Los Axarcos: ¿historia de la moneda complementaria española?
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La comarca malagueña de la Axarquía es la cuna de una de las primeras monedas complementarias españolas de curso legal que conocemos: el Axarco, creado en 1988 como un pagaré.
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Antonio Gámez Burgos fue el artífice de la creación de esta moneda en un momento en el que existía un gran sentimiento comarcal en la Axarquía. La divisa axárquica se convirtió pronto en un símbolo para los pueblos de la región. Ni la llegada del euro pudo con él, porque aunque dejo de ser una moneda de uso, terminó por convertirse en un bien muy demandado por los coleccionistas. Desde el fallecimiento de su promotor en 2007 ya no se imprime ni acuña ningún billete ni moneda y la moneda propia de la comarca está ya fuera de circulación. Sin embargo Vélez-Málaga ha agradecido a Gámez Burgos su iniciativa dedicándole una calle.
De sus estudios y acuerdos con el Banco de España, a través de depósitos financieros para la libre circulación de la nueva moneda, empezó a distribuir hasta cinco billetes de diferentes valores, siempre vinculados a la peseta:
10 axarcos (1.000 pesetas: 6 euros),
5 axarcos (3 euros),
1 axarco (60 céntimos),
5 axarquillos (30 céntimos)
y 1 axarquillo (6 céntimos).
Apenas diez años más tarde, en el 2012, los valoramos en 10 axarcos (10.000 pesetas: 60 € ), 5 axarcos (30 €), 1 axarco (6 €), 5 axarquillos (3 €) y 1 axarquillo (1.50 €).
En marzo de 1989 nacieron las dos únicas monedas de axarco existentes:
1 axarco, de 20 gramos de plata (30 euros)
2 axarquillos, de 3,5 gramos de cobre (14 euros).
De este modo, la de mayor valor es la que pesa 20 gramos de plata, lo que al cambio se traduce en 20 euros. Le siguen la de 10 euros y, por último, la de 4, denominada axarquillo.
La tipología de billetes y monedas remiten al pasado árabe de la región: todos muestran en el anverso la imagen de Ebi Deithar, botánico y alquimista que vivió durante el siglo XIII. En el reverso figura una combinación del sol fenicio, el mar y un racimo de uvas, como elementos que caracterizan la zona oriental de la provincia.
Cada billete está firmado a mano en el mismo color del billete por el propio Antonio Gámez, garantizando su autenticidad. Se trata de billetes muy curiosos y valiosos, aunque falta saber a qué emisión pertenecen.
La moneda de la Axarquía 'tiene valor en sí misma porque está hecha de plata', apuntaba en su momento Gámez en una entrevista el periódico La Opinión de Málaga. En este sentido, el valor monetario de cada una de ellas se establece en relación al peso en plata.
El axarco en papel tiene otra división distinta a las monedas. Así, su creador explicó que 'existen cinco tipos de billetes atendiendo a su valor; por un lado, los billetes de 10 axarcos, 5 y 1, y, por otro, las décimas partes de los mismos, denominadas axarquillos y distribuidas en dos billetes de distinto valor, uno de 5 y otro de 1'. La emisión de billetes fue más escasa que la de monedas, ya que, según decía Gámez, y sólo se ven en circulación unos pocos de ellos, puesto que la mayoría de la gente los guarda para su colección y prefiere usar las monedas'.
Ante la crisis y el auge de numerosas nuevas monedas complementarias españolas como las Moras, Boniatos y otras de las cuales hablaremos en próximos artículos, la Fundación Axarco propone ya desde el año 2012 que la moneda de la comarca se recupere, por las dudas que levanta la moneda única, ya que las monedas complementarias contribuyen a estimular las economías locales.
Más información sobre los axarcos:
Promesas electorales para recuperar el axarco: http://www.laopiniondemalaga.es/municipios/2011/05/24/promesas-campana-electoral/424090.html
El axarco diez años después: http://www.laopiniondemalaga.es/axarquia/2012/01/09/axarco-10-anos-despues/475467.html